domingo, 17 de enero de 2010

17 ENERO 2010

Lo siento, lo siento... o, mejor dicho, no lo siento, todavía estoy saboreando los restos de galleta y el café con leche que me he tomado.
Miro por la ventana y veo la niebla, y podía haberme controlado, pero no he querido, me apetecía tomar algo dulce que endulzara mi vida. Es extraño, por ahora no siento ningún remordimiento. Mejor. ¿Por qué apenarse por algo que no tiene solución y que además también nos ha alegrado un rato el paladar?
Adelgazar sin sufrir es nuestro deseo y nuestro objetivo pero fácil no será... ¿y posible? No tiraremos ya la toalla.
Aunque debo reconocer que hoy me he sobrepasado, no sé si algún cambio hormonal me provoca este apetito, suele sucederme antes de la menstruación... bueno, no siempre porque entonces no pararía de menstruar, pero sin duda alguna, las mujeres contamos todavía con mayor desventaja pues esos cambios hormonales no nos ayudan en absoluto. Retener líquidos, mayor dificultad para evacuar... seguramente muchas mujeres se sentirán reflejadas también con estos síntomas, ¿no sueles notar una cierta hinchazón? Cada persona somos diferentes pero suelen ser síntomas habituales.
En fin, he vuelto a cometer el mismo pecado de siempre, ya que me he excedido con esa galleta, no puedo considerarlo como un día de dieta así que tampoco me privo del pan y de otros embutidos que de otra manera no tomaría.
Y de nuevo vuelvo a repetir: «mañana, mañana empiezo».

No hay comentarios:

Publicar un comentario