sábado, 19 de junio de 2010

EL REVULSIVO

Cuando empecé esta página tenía claro que mi objetivo era adelgazar. Sin embargo, han pasado los meses y mi voluntad ha flaqueado día tras día por una simple razón: no tenía ganas de hacer dieta.
Volvemos al punto de inicio, necesitamos una motivación, algo donde pueda agarrarse nuestra voluntad para no sucumbir en muestra «conquista». Quizás sea eso a lo que algunos autores se refieren cuando nos instan a visionar mentalmente la figura que deseamos conseguir. Yo lo hice, me fijé en la imagen de una fotografía. Y, aunque no fue la única causa, debo admitir que más que ayudarme me desanimaba porque sabía que jamás podría volver a ser aquélla de la foto, ya no sólo en el plano estético.
Comencé ayer a tomármelo algo en serio. ¿Y por qué? Porque la cremallera del pantalón ya no subía. Hasta cierto punto, algo absurdo, aunque lo suficiente para servir de revulsivo para darme cuenta que no podía seguir por el mismo camino.
Claro que no quiero cantar victoria, visto lo hecho hasta ahora, no debo.
Además dentro de un par de días se celebrará la verbena de San Juan y ya tenemos la coca preparada. Y tampoco me olvido de helado de nata y chocolate que tenemos en el congelador... Se me hace la boca agua con sólo pensarlo.
He ido a empezar en los días menos propicios pero, en fin, espero a partir de ahora compartir con vosotros mi experiencia y consejos que hasta ahora no me parecía lógico hacerlo. Eso será la señal de que sigo mi lucha contra los kilos.
Aunque ello no signifique que de vez en cuando dé un capricho a mi paladar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario