miércoles, 30 de junio de 2010

COMER CON MODERACIÓN

Al empezar tenía claro que en San Juan caería. Era algo asumido, no pensaba prohibirme de nada.
Mi idea era contrarrestar, ¿cómo hacerlo?
Al día siguiente intenté ser lo más estricta posible, no cometer excesos y cenar lo más ligero posible, preferiblemente algo de fruta, un yogur... algo liviano.
Cuando yo hablo de estricta, no me refiero a saltarme comidas sino a consumir alimentos menos grasos y con un índice glucémico bajo... De este último concepto, hablaremos dentro de poco.
Quizás llegado este punto, comienza a ser importante que diga cuál va a ser la dieta que tomo como patrón: la dieta Montignac.
Seguro que para todos los aficionados y seguidores de todo tipo de dietas, ese nombre no os venga de nuevo, es conocida desde hace ya tiempo, pero me parece muy interesante ya que aporta algunos conceptos compartidos entre el colectivo médico, tales como índice glucémico, y algunas ventajas como no tener que pesar los alimentos.
De todas maneras continuaremos en nuestra línea de comentar productos, libros y otras dietas... todo lo relacionado con la pérdida de peso, procurando ser lo más objetivos posibles y con nuestras limitaciones personales.
¿Y por qué Montignac? Básicamente por su coherencia, poco discrepa con otros regímenes mucho más severos y cansinos. Pero además cuenta con la ventaja de degustar alimentos que en aquéllos no se pueden ni oler, aunque siempre con moderación.
Con moderación, ¿por qué lo digo? Una de las alegrías que me supuso leer uno de los primeros libros de este autor fue el saber que podía comer la cantidad que quería... al menos eso aparecía en el primer libro que leí.
¿La realidad? Debemos ser moderados. En una de mis tentativas seguí el ejemplo de comer almendras. Frutos secos, muy saludables -seguro que hablaremos otro día de ellas-, pero tan viciosas que me costaba parar de comer una tras otra... pero, en fin, en teoría, ya lo explicaremos más adelante, podían mezclarse y comerse con todo: ...
Claro que con abusos tampoco se puede adelgazar. Quizás 8 o 10 estarían bien, más cantidad, por poner un límite, sería contraproducente para el éxito de nuestro esfuerzo. Lo mismo puedo trasladarlo al chocolate negro, debe ser de cantidad superior al 70% de cacao, pero muy normal no parece poder comer una tableta entera.
Por tanto, es una verdad a medias, no hace falta esclavizarse a la báscula pero debemos pensar que convendrá comer proporciones razonables, disminuir poco a poco la cantidad que ingeríamos normalmente, siendo aconsejable quedarnos siempre con una ligera sensación de hambre.

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