jueves, 5 de abril de 2012

ENTRE UNAS Y OTRAS...

Después de tanto tiempo y de leer tantos libros sobre nutrición lo más lógico era pensar que hubiera alcanzado el peso ideal.
La importancia de una dieta equilibrada para que nuestro cuerpo reciba los nutrientes imprescindibles para nuestro día a día es algo que ya conocía.
Otra de las teorías que parece aceptada por todos los nutricionistas actualmente es el papel de la insulina y la importancia de evitar picos para que los hidratos de carbono (azúcares) que no hayamos utilizado se reserven como fuente de energía en forma de grasa.
La manera de conseguirlo sería comiendo alimentos que no provocaran una liberación excesiva de insulina, serían los alimentos con un índice glucémico bajo. Pero, ¿es suficiente con consumir estos alimentos para adelgazar?
Yo diría que no. Volvemos a lo de siempre, cada organismo es diferente, el metabolismo, el ejercicio... no son equiparables de una persona a otra.
Sin embargo, pondré un ejemplo. Uno de esos alimentos que en teoría no provoca la liberación de insulina serían los frutos secos como almendras, nueces... Alimentos calóricos, muy aconsejable para nuestra salud por ejemplo al ayudar a combatir el colesterol.
Durante una época seguía de forma estricta una de estas dietas, que me aconsejaban tomar frutos secos a media tarde. Me lo permitían, me los aconsejaban y además me encantaban. Claro que no comía tres o cuatro, empezaba a picar, a picar... me di cuenta que, quizás no engordaba, pero tampoco adelgazaba y me quedó claro, aunque me decían que podía comer la cantidad que deseara, tampoco era eso realmente cierto.
Es decir, aunque no me gusten nada las dietas hipocalóricas, también debemos tener en cuenta que para perder peso no podemos consumir más energía de la que vamos a utilizar y, si somos sinceros, muchos de los que queremos hacer dieta consumimos más calorías de las que debiéramos.

El problema lo encontramos cuando escuchamos la opinión de diferentes nutricionistas. Por un lado, unos dicen que las frutas, la leche... nos proporcionan demasiados hidratos de carbono y otros nos mencionan que deberíamos hacer el consumo diario de cinco piezas de fruta y verdura. Algunos nos aconsejan comer poca cantidad cada tres horas para mantener de forma activa y constante nuestro metabolismo, el cuerpo gasta energía también mediante el proceso de la digestión. Claro que por otro lado, otros nos dicen que ello obliga a nuestro hígado tener que estar constantemente procesando toxinas, algo que a mi entender también parece lógico.

Así que vuelvo a remontarme a mi experiencia, que debe ser tomada sólo como una opinión personal. En este tipo de dietas también aconsejaban el consumo de fruta media hora antes de la comida.
En teoría, debería tener menos hambre después. En mi caso, parecía que la fruta me abriera el apetito porque media hora después comía tanto o más. Lo mismo me sucedía si dejaba un plazo de tiempo más largo, por ejemplo, una hora o tomaba varias piezas para probar si después me conformaba con un yogur. Además me habituaba a ella y con los días, sentía apetito mucho antes que cuando no tomaba fruta.

Otras dietas lo que nos alientan es el consumo de productos que todos nos dicen: no procesados, naturales, con la menor cocción posible... y el mayor handicap, ecológicos. Al precio mucho más elevado de estos productos le agregamos la dificultad de poder conseguirlos... además del aburrimiento de los que nos sentimos ligados al azúcar, cafeína, pan...

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