sábado, 22 de enero de 2011

EJERCICIO SÍ, PERO CON CUIDADO

A menudo nos planteamos perder peso por una cuestión estética, sin embargo, la razón prioritaria debería ser mantener nuestro cuerpo lo más activo y saludable posible.
¿Nunca has sentido que te pesaban las piernas, que casi no podías mover tu cuerpo? Obviamente, los kilos no ayudan, pero puedes estar en tu peso correcto y tener también esa sensación.
En función de nuestro trabajo es habitual que muchos tengamos que llevar una vida sedentaria, horas y más horas delante de un ordenador o de pie atendiendo al público... Llega el final del día y nos sentimos agotados pero nuestro cuerpo no ha hecho apenas ejercicio.
Cuántas veces me había planteado apuntarme a un gimnasio pero cuando llegaba a casa lo que menos me perecía era coger mi bolsa de deporte sino sentarme un rato a ver la televisión o echar una siesta.
Y como un círculo vicioso, cuanto menos te mueves, menos ganas tienes de hacerlo... hasta que un día te das cuenta que apenas puedes andar unos metros sin que te canses, por ejemplo.
Todo el mundo dice que el ejercicio es fundamental para perder kilos y sobre todo para mantenernos en el peso. Obviamente yo no voy a llevar la contraria, aunque recuerdo que después del desgaste calórico a mí me entraba más hambre.
Lo que es evidente e incuestionable que el ejercicio es vital para un buen funcionamiento de nuestro cuerpo, quizás cuando tienes 20,30 o 40 años no te das cuenta, pero a medida que te haces mayor la musculatura se va volviendo flácida, perdemos fuerza y resistencia, nos volvemos rígidos...
Recuerdo que mi padre con 40 años se quedaba clavado de la espalda por una lumbalgia simplemente al afeitarse. Ahora, con más de 75 años, hace más de 20 años que eso no le sucede y básicamente porque poco a poco fue reforzando su musculatura.
Cada persona es un mundo, aunque fíjate en las personas ancianas que conozcas, cuanto más activas se mantengan, en mejor estado suelen envejecer.
Pero la inconstancia es uno de los mayores enemigos, no se trata de un día a la semana o al mes darnos una paliza porque sólo conseguimos que nuestro cuerpo se reviente, siendo en muchos casos peor el remedio que la enfermedad. No se trata de que un día te animes y quieras correr el maratón, se tratan de ir dosificando e ir aumentando progresivamente nuestro esfuerzo.
Y otro punto que no podemos olvidar es realizar un precalentamiento y unos estiramientos antes de iniciar nuestra actividad, ya que incluso futbolistas profesionales son más sensibles a padecer lesiones si no realizan este precalentamiento correctamente.
No hace falta ser ningún experto simplemente utilizar la lógica. Se sobreentiende que si padeces alguna enfermedad o lesión, antes de iniciar cualquier actividad física: natación, ciclismo, musculación, yoga... la lógica te lleve a consultarle a tu médico qué deporte o ejercicios serán los más adecuados para ti.
Ejercicio sí, pero con cuidado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario