domingo, 14 de agosto de 2011

LA FIBRA: ¿QUÉ MÁS DEBEMOS SABER?

  • Se considera que la cantidad ideal de fibra que se debe consumir a diarios ronda los 30 a 35 g. Cantidades mayores pueden plantear dificultades en la absorción de determinados minerales como calcio, magnesio, hierro y zinc, especialmente si hay cantidades importantes de ácido fítico, abundante en los cereales.
  • Las mucosas digestivas de niños así como en trastornos del tubo digestivo como gastritis, úlceras gastroduodenales, colitis ulcerosa y colon irritable, pueden resentirse de los efectos irritantes de la fibra.
  • Cuando consumimos la fibra en forma de caldo, jugo o agua, al presentarse de forma hidratada, aumenta la efectividad de la fibra.
    Sin embargo, como puede interferir la absorción del calcio se recomienda no consumir las con productos lácteos.
  • Algunas fibras estimulan la capacidad de concentración del rendimiento mental. Entre ellas nos encontramos la levadura de cerveza que proporciona cantidades considerables de algunas de las vitaminas del grupo B, el germen de trigo que es la parte del grano donde se concentran micronutrientes como la vitamina E, y la lecitina que favorece al sistema nervioso, cerebro y la memoria.
  • Los alimentos ricos en féculas que se asimila más despacio son las legumbres y pasta. Las primeras, porque su almidón en partículas grandes y su especial contenida en fibra precisan una digestión más lenta. La pasta, porque se forma una red de gluten alrededor del almidón.
    Las pastas bien amasadas y cocinadas al dente no engordan. La explicación es que a diferencia de lo que ocurre cuando se ingieren azúcares refinados, donde el cuerpo recibe un impacto grande no sabe bien cómo manejarlo, las pastas van liberando glucosa poco a poco.
    La secreción de insulina será menos elevada.
    Tampoco debemos olvidar que el aporte energético total ingerido y un consumo elevado de grasas resultan aún más decisivos.
  • Los cardiólogos consideran la lecitina de la soja una aliada contra problemas vasculares y disminuir niveles altos de colesterol malo. La lecitina de soja emulsión a las grasas a nivel hepático para que sean absorbidas convenientemente sin generar los temidos depósitos grasos.
    Reduce el colesterol malo e incrementa el bueno, se comporta como una especie de jabón arterial que limpie y destapa las arterias. Así previene enfermedades del corazón y dolencias derivadas de la mala circulación como arterioesclerosis, hipertensión arterial o trombosis.
    Fuente: Dieta de las fibras: la fórmula anti-kilos más efectiva, duradera y natural, Escrito por Mara Iglesias
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