lunes, 2 de agosto de 2010

EL SOBREESFUERZO CONTINUO

Cuando hablamos de adelgazar en la mayoría de ocasiones lo hacemos bajo la mira de una mejora estética pero es evidente que la gordura no es sólo un problema estético sino que el exceso de kilos afecta a todo nuestro organismo.
Enfermedades como diabetes, colesterol, hipertensión... son a menudo las causantes de que el médico nos recete una dieta más o menos severa. Pero estas enfermedades no son las únicas, todo nuestro organismo se resiente y muy especialmente todo nuestro esqueleto, nuestros huesos, músculos, tendones y ligamentos, porque es nuestra osamenta la que en definitiva se ha de hacer cargo de transportar diariamente ese sobrepeso.
No hace falta llegar a tener artrosis o lesiones de rodilla, por poner algún ejemplo, para comprender el sobreesfuerzo que exigimos a nuestro cuerpo, mayor cuanto más sean los kilos que tengamos de más.
Imaginemos que cogemos una bolsa con un peso de cinco kilos y la colgamos encima nuestro. Si andamos con ella unos minutos seguro que no pasa nada y, si estamos acostumbrados a acarrearla, nuestra musculatura tal vez se habrá ido poco a poco reforzando...
Sin embargo, es fácil deducir que nuestra espalda y nuestras rodillas se resentirán antes o después.
Hemos puesto el supuesto de cinco kilos pero éstos pueden ser 10, 20... así que el sacrificio será mayor. Es lógico pensar que cuanto mayor sea ese peso, más nos cuesta moverlo y antes nos cansamos. Entonces empieza el círculo vicioso: no nos movemos pero comemos igual o aún más, engordamos más... esa musculatura estará cada vez más flácida y tendremos más dificultades y menos ganas de movernos.
Seguro que con el tiempo tendremos posibilidad de reincidir en algunos de estos aspectos, hoy sólo será un escueto apunte, pero si visitamos la página de un centro especialista en traumatología como la clínica VistaHermosa (TRAUMAVIST, especialistas en lesiones de rodilla, osteoporosis y su tratamiento, artrosis, pie y tobillo) podremos leer que el exceso de peso agravan enfermedades como la artrosis de rodilla o el lumbago, en este último caso se agregaría también la falta de musculatura abdominal y ciertos hábitos posturales

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